domingo, 4 de abril de 2010
LA COCINA AFRODISÍACA
LA COCINA AFRODISÍACA
Desde hace miles de años hay alimentos considerados afrodisíacos y en la actualidad algunos de los mejores restaurantes del mundo los han puesto de moda. Dicen que Onassis, tenía un barman en el yate Cristina que también hacía de cocinero y preparaba un lenguado con mejillones, bañado en una salsa de cebolleta, guindilla, páprika y genjibre que daba excelentes resultados en el terreno erótico, o una especial pasta a base de páprika que solía usar en carnes, con idénticos resultados.
Desde siempre ha gozado de gran prestigio como afrodisíaco el ginseng, raíz que se mastica, se añade a los platos molida o se ralla y se toma disuelta en bebidas, por ejemplo el té. Parece que en Hollywood se mastica con fruición, aunque también hace furor el penga de carey (pene de tortuga), por supuesto a elevados precios.
También un hongo subterráneo, la trufa, era usada ya desde los griegos y romanos con estos fines y hay que reconocer que su sabor y aroma, resultan exquisitos en la cocina. Y dicen que Casanova las ingería a diario.
A partir de la Edad Media las especias vivieron un gran esplendor erótico, la pimienta, el ámbar, la canela, la nuez moscada, el clavo, el almizcle, la menta y el polvo de cantárida, un insecto verde esmeralda que una vez desecado y pulverizado, se ingería en pequeñas dosis, pues aunque producía ciertas molestias urinarias, también provocaba priapismo, para gozo y alegría de algunos mortales que acabaron envenenándose por pasarse en la dosis.
El caviar también ha merecido fama de afrodisíaco, dicen que Catalina II, esposa de Pedro el Grande, lo ingería en abundancia con ese fin.
Y la inocente alcachofa fue acusada en pleno siglo XVII de atentar contra la virginidad de las jóvenes.
Naturalmente, la fe en el producto ingerido tiene un efecto más poderoso que el producto en sí, pero es cierto que algunos condimentos aumentan la irrigación de los órganos sexuales, estimulando por lo tanto las funciones eróticas.
Dicen que la Bella Otero llevaba siempre entre sus senos unas ramas de albahaca que, en el momento oportuno, daba a masticar a sus amantes, pues su jugo multiplica la capacidad amatoria, naturalmente aquí intervendría también la ocasión y el sitio de dónde provenían las ramas.
De las cebollas también se dice que ingeridas en abundancia despiertan urgentes deseos sexuales, tanto en miembros exhaustos como en damitas frígidas.
Otro remedio muy extendido y de gran eficacia ha sido la miel mezclada con nueces y piñones y alcohol de menta.
La nuez de Kola goza también de merecido prestigio, para algunos superior a la famosa Viagra.
También los huevos batidos con café fuerte y coñac o vino oloroso seco, parece que despiertan la líbido de forma duradera.
¿Y qué me dicen del chocolate negro y sus efectos estimulantes?
¿Y del marisco crudo, ostras, almejas? Favorecen la estimulación física y mental.
Y por supuesto la carne de mono, e hipopótamo, la serpiente pitón y la trompa de elefante. Vamos que el que no se consuela es porque no quiere.
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