Ya producía extrañeza el escándalo sexual de la cárcel de mujeres de Madrid I, que ha obligado a destituir al director, subdirector de seguridad y al administrador, amén de suspender a dos funcionarios, extrañeza de que fueran hombres los encargados de vigilar a las presas, ahora resulta que se trata de la Ley de Igualdad de Aído, vaya por Dios, la que ha hecho que a las mujeres las vigilen hombres, con estos resultados de "favores sexuales" que no sabemos si es un eufemismo para encubrir violaciones pero todo apunta a que puede ser porque no puede haber libre consentimiento frente a alguien que tiene poder sobre ti, y a los hombres los vigilen mujeres, con resultados que ya veremos si no nos ponen los vellos de punta un día.
Se quejan las funcionarias de que hasta 2007 los funcionarios varones no estaban en contacto con presas ni ellas con presos, pero la Ley de Igualdad ha unificado escalas con la consecuencia, por ejemplo, de que ellas tienen que estar de vigilancia en la cárcel de hombres y ni los funcionarios varones ni ellas pueden cachear al sexo contrario más que con raquetas, con lo cual es muy posible que la raqueta no descubra drogas u otros. Y ellas además consideran que no tienen fuerza física para manejar reclusos violentos.
Hasta ahora estas funcionarias no han hallado eco a sus quejas ni de la Ministra de Igualdad, ni de la secretaria general de Instituciones Penitenciarias.
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