EVALUACIONES

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Que las cosas pintan cada vez peor para España en materia económica no es ninguna novedad, pero sí lo es que hoy jueves, una delegación de nueve eurodiputados, con el alemán Wolf  Klinz al frente, pertenecientes a la Comisión Especial sobre crisis financiera, económica y social del Parlamento Europeo, se encuentren en Madrid.

Han venido para analizar la situación económica española y elaborar un informe al respecto, para que con posterioridad sea votado en el Pleno de la Eurocámara.

También desean evaluar si estamos cumpliendo los requisitos impuestos por la legislación comunitaria.

A las nueve de la mañana se reunirán con miembros de las comisiones de Asuntos Europeos, de Presupuestos y de Economía y Fiscalidad en la Oficina del Parlamento Europeo en España.

Visitarán el Ministerio de Economía y Hacienda a continuación y después el Banco de España; más tarde se reunirán con Toxo y Méndez en las oficinas del Parlamento Europeo en España, y a las 15:00h, lo harán con los representantes de CEOE y Cepyme. 

Esta visita urgente y tan apretada, después de pasar por Portugal y que el BCE se haya visto obligado a comprar la mayor parte de la emisión de Deuda portuguesa para evitar la bancarrota de ese país, deja muy claras las circunstancias que estamos viviendo.


La banca española tiene que afrontar 41.000 millones de deuda en estos próximos meses, y según el banco de inversión japonés Nomura las cajas españolas necesitan entre 43.000 y 80.000 millones de euros, además de todo lo ya recibido, para afrontar la crisis, porque la ya extremada exposición financiera al ladrillo se va a ver incrementada en este año de manera importante por las numerosas quiebras inmobiliarias e impagos de hipotecas que aún quedan por llegar.


Lo curioso es que si suprimiésemos de un plumazo todas las Diputaciones, cuyos gastos nos suponen más de tres billones y medio de euros, suprimiésemos Ayuntamientos y los agrupásemos en municipios de mayor capacidad en lugar de pretender tener un Ayuntamiento para cada cuatro gatos y recortásemos el gasto suntuario de las Autonomías, amén de recortar sueldazos de políticos, coches oficiales y otras prebendas, por ejemplo, que los cargos cesantes dejen de cobrar el 80% de su sueldo durante dos años, como va a ocurrir con la Presidenta del Tribunal Constitucional que cobrará el 80% de los más de 129.000 euros mensuales que tenía de sueldo, a pesar de que vuelve a dar clases a la Universidad tras su salida del Tribunal. Si hiciésemos todo eso, tendríamos una economía imparable a pesar de la crisis porque podríamos aplicar todo ese dinero a la creación de empresas, a aumentar el tejido industrial y en definitiva a que crecieran los puestos de trabajo y termináramos con el cáncer del paro que padecemos.


Pero como de costumbre tendremos que esperar que vengan de fuera a decirnos lo que hay que hacer, y lo haremos tarde y mal.