viernes, 8 de febrero de 2008

ERAMOS POCOS Y LLEGA EL EMBAJADOR IRANÍ

Embajador de Irán en España

Como si tuviéramos poco con los debates de precampaña y el "y yo daré esto, y yo, entonces, daré el doble", ahora mete cuchara en el plato el embajador iraní, Seyed Davoud M. Salehi y defiende la aplicación de la pena de muerte y las lapidaciones (Irán fue el país con más ejecuciones en el año 2007, después de China) y el miércoles pasado condenaron a muerte a un chico de apenas 22 años por consumo reiterado de alcohol. Defiende también los cortes de mano para los delincuentes. Vamos que no tiene el menor respeto por los Derechos Humanos y compara estas amputaciones de miembros con la labor de un médico que se ve obligado a amputar un miembro para detener un proceso de gangrena; si es que con ver el platito de adorno que ha situado en la mesa durante la rueda de prensa, ya estamos al cabo de la calle de sus pensamientos. Y encima opina el buen hombre que es "la arrogancia de Occidente" la que nos hace estar en desacuerdo con dichos métodos brutales impropios de países civilizados, que lo "normal" debe ser, según él, castigar el adulterio con la muerte y la disidencia con más de lo mismo. Y con él y los que como él se atreven a venir a pontificar a Occidente ¿qué hacemos?, porque el primero que disienta de algo en público en Irán, ya sabe lo que le espera ¿desearía él el mismo trato de nuestra parte?.

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