martes, 12 de febrero de 2008
MUERTE A LAS ROSAS
Arabia Saudí, construcciones de adobe.
En este mundo de locos en el que habitamos, Arabia Saudí ha declarado la guerra a las rosas en particular y al color rojo en general. ¿De qué les acusa? De obscenidad, provocación y de favorecer las relaciones prematrimoniales. Ahí es nada, las inocentes rosas metidas en estos líos.
Naturalmente, el precio de las rosas en el mercado negro se ha disparado como no podía ser de otra manera después de que la policía religiosa, la Mutawa, decidiera prohibir el Día de San Valentín y todos sus cursis añadidos de tartas en forma de corazón, lazos rojos, etc...
La Comisión para la Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio, anda visitando las tiendas de flores prohibiendo la tenencia, exhibición y venta de rosas rojas, por altamente pecaminosas, no hay más que verlas, rozagantes, de pétalos tersos con pequeñas e incitantes gotas de agua y exhalando ese perfume depravado, son la representación del pecado y la perdición ¿no es cierto? Y como los pecados salen caros, las rosas han pasado rápidamente de valer siete reales saudíes (menos de 2 dólares) a costar entre veinte y treinta reales saudíes (entre 5 y 8 dólares), y seguirán subiendo hasta el jueves. Por cierto, la policía religiosa también se ocupa de que todas las tiendas cierren cinco veces al día para las oraciones que exige el Islam y a que los hombres se desplacen a las mezquitas para esas cinco plegarias, vamos que si venden algo entre una y otra oración, es un puro milagro, nunca mejor dicho.
Y parece que en la madrugada del jueves van a tener trabajo, porque muchas personas, temiendo a la policía, han solicitado se entreguen las rosas durante la noche. Ya se sabe que de noche, todos los gatos son pardos, a las rosas debe pasarles algo parecido.
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