lunes, 11 de febrero de 2008

LA MORALINA DE LOS JUECES


Ahora los jueces no solamente dictan sentencia según las leyes, quieren también pontificar y moralizar sobre lo que les venga en gana. Viene esto a cuento de una sentencia de la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Málaga que desestima el recurso de apelación presentado contra la sentencia dictada en marzo de 2007 por el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Málaga.
El rechazar la custodia compartida que el padre solicita y rechazar asímismo que le amplíen el tiempo que permanece con sus dos hijos para que pudieran pernoctar con él los días laborables que le corresponden, así como rechazar la reducción de la pensión alimenticia de 1.500 euros que debe pasar a sus hijos, es cosa de su competencia, que podrá parecernos bien o mal lo que dicte, pero es al Juez a quien corresponde decidir.
Pero tratar de prohibir que el padre compre juguetes a sus hijos para que cuando estén con él no echen de menos los que dejan en la otra casa, con el pretexto de que los niños necesitan una estabilidad en su dormitorio, mesa de estudios y juguetes y enseres particulares y que las horas que pasen con el padre deben ser horas de reposo y descanso y los juguetes serían perturbadores del reposo de los niños es meterse a ser psicólogo de pacotilla y opinar sobre aspectos que la ley no contempla, así como el hecho de instar al padre a que trabaje más para que a los niños no les falte el confort de que disfrutaban antes, es meterse en camisa de once varas.
Hay que señalar que la madre de los niños, mellizos, denunció al padre el 1 de agosto de 2006 por amenazas en una piscina pública ante un Juzgado de Violencia Doméstica, pero resulta que el denunciado fue absuelto porque en el lugar de los hechos, mire usted por donde, había en ese momento dos policías que testificaron a favor del acusado.
Señor Juez, a usted lo que le corresponde es aplicar el Derecho y no tiene por qué hacer valoraciones, ni críticas ni dar lecciones de comportamiento a nadie. Y si acaso hay que opinar de algo, los psicólogos judiciales deberían entender y valorar el deseo expresado por los dos niños de pasar más tiempo con su padre, al que están muy apegados.

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