lunes, 25 de agosto de 2008
ECHANDO BALONES FUERA
Qué habilidad la de este gobierno para echar balones fuera. Inmediatamente, desde el primer momento y antes de que se sepan las causas reales del desgraciado suceso del avión de Spanair en Barajas, el Gobierno comenzó ya a echar todas las culpas a la Compañía; desde Rodríguez viendo el vídeo, que ni siquiera había llegado al juez, y comentando sobre él como si fuera ingeniero aeronáutico de toda la vida, hasta la vicepresidenta, pasando, cómo no, por la ministra de Fomento, todos inciden en culpar a Spanair rápidamente, lo que hace pensar qué tratan de ocultar con sus maniobras. Pero resulta que las maniobras se les han venido abajo cual castillo de naipes, un inspector de vuelo de Aviación Civil de los dos que hay en España, Javier Aguado del Moral, o sea, que con el amor por las estadísticas que padece este gobierno, podemos decir que el 50% de los inspectores opina que "Fomento sabe, y permite por tanto, el trabajo en España de compañías aéreas que ponen en peligro la seguridad". Por cierto y según fuentes de la inspección aérea de la Dirección General de la Aviación Civil, ambos inspectores sufren un mobbing brutal por parte de Fomento.
Este hombre afirma que el sistema de control aéreo es deficiente y que la seguridad del transporte no está garantizada.
Denuncia también profundas irregularidades y que el Gobierno, pese a tener conocimiento de ellas, no sólo las consiente sino que incluso pone trabas a la inspección. También habla del gran poder que la aerolíneas ejercen sobre la Administración, lo que permite a algunas compañías escatimar en gastos de reparación a costa de la seguridad de los usuarios.
Es terrible que tengan que morir tal cantidad de personas como en éste accidente para que salgan a la luz estas cosas.
Entre las irregularidades que este inspector ha denunciado en los últimos años, destacan dos llamativos casos de aviones de Iberia. Uno voló cuatro veces en 2004 con pasajeros, pese a tener un motor inservible. Otro estuvo activo 10 años con fisuras en su bodega, arregladas en plan "Pepe Gotera y Otilio" con cola de contacto y papel plastificado.
Aguado ha llegado a presentar una denuncia judicial contra la ministra de Fomento, Mandatela Alvarez, por "poner en peligro la seguridad del transporte aéreo" por su "inhibición" ante las numerosas irregularidades que este funcionario le trasladó a través de un informe. La denuncia fue presentada en los juzgados en marzo de 2005, pero todavía está esperando el inspector que le contesten si la admiten a trámite o no. Con esta diligencia de la Justicia, así nos va en España.
La conclusión a la que llegamos es que lo único seguro es volar con la imaginación porque el patio no está para volar con otra cosa. Que se lo digan si no a los viajeros que volaban ayer desde Barcelona con Spanair en dirección a Lanzarote y tuvieron que aterrizar de emergencia en Málaga por una avería. Y dice Felipe Navío, presidente de la Asociación Española de Compañías Aéreas (AECA) que la industria aérea española tiene los niveles de seguridad y fiabilidad más altos del mundo. No quiero ni pensar, entonces, como están el resto de los países.
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