viernes, 22 de agosto de 2008

NO LOGRO CONCILIAR EL SUEÑO



Por razones éticas no he querido poner aquí ninguna foto del accidente de Barajas ni volver a hablar de ello, por respeto al dolor de esas familias destrozadas, pero no logro conciliar el sueño.
Y no es por el tremendo impacto de los hechos y de tantas vidas segadas de repente, en eso sé de sobra que no hay vuelta atrás, de nada vale la nostalgia de un antes del suceso, cuando todo iba bien y esas personas respiraban y reían. Sencillamente se acabó.
Lo que me quita el sueño son los por qués, para que esos hechos no se repitan. Es la voz de una chica que oí en la radio diciendo que había visto, antes del suceso, en el panel de entradas y salidas de Barajas como se borraban todos los vuelos por unos minutos y salía solamente un mensaje "Boicot a Spanair". Recordemos que la Compañía anda en negociaciones para su venta, que para septiembre y noviembre tiene proyectado abundantes despidos, que el Sepla (Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas), aunque ahora ha tenido el detalle ético de retirarla, tenía en su página una carta abierta a Spanair denunciando falta de seguridad en los vuelos. Que los diversos reconocimientos obligatorios a las aeronaves suelen hacerse en países tercermundistas por razones de dinero, que por esas mismas razones a veces se vuela con las ruedas gastadas y que un reventón de una de esas ruedas, en un avión que como el del vuelo fatal tiene los motores atrás, necesariamente los restos de las ruedas serían engullidos por el motor, con la consiguiente explosión de éste.
Me impide dormir recordar que el comandante abortó un primer despegue, volviendo a embarques para que fuera revisado el avión porque se le había encendido un piloto que avisaba que el controlador de la temperatura de fuera no funcionaba y de esto informó al pasaje. Que el avión fue revisado por mecánicos y pusieron fuera de uso el piloto encendido, lo desconectaron, porque no es imprescindible para volar (y es cierto, aunque dejas de saber si hay nieve allá arriba, etc...), sin mirar nada más salvo lo que se les había pedido y que el parte fue firmado y sellado por un mecánico y por lo tanto el comandante, cuya última decisión de volar o no es la única válida, no tenía un motivo ya para negarse a volar. Pero en esas dos horas de revisión, los pasajeros estuvieron sentados en el avión y, según SMS enviados por algunos de los ahora fallecidos a sus familiares, se les impidió abandonar el avión. No lo consideraban ya seguro, quisieron librarse de la muerte y no se les permitió.
Y, aunque no tenga que ver con esto pero da idea de cuando ignoramos del tema de la aviación comercial, recuerdo con nitidez todo lo que se destapó en la prensa cuando lo de Air Madrid, cuantos vuelos salen sin revisar por los mecánicos, o se firman como revisados sin serlo; cuantas veces hay un mercado de piezas de quinta mano para ahorrar gastos; excesos en las horas de vuelo con el cansancio subsiguiente de la tripulación porque desgraciadamente la seguridad va en contra de la economía y en definitiva son cifras de negocio lo que se buscan y de eso se queja a menudo el Sepla, aunque ellos son los primeros en ganar cifras astronómicas, pero al menos ellos, como se ha visto, se juegan la vida, cosa que en los despachos, no sucede.
Todo eso y mucho más de esas pequeñas pero graves cosas que ocurren cada día, a cada momento, en el oscuro submundo de los negocios de la aviación comercial es lo que me impide conciliar el sueño y, sobre todo, pensar que más de una vez no ocurren más a menudo estos desastres de puro milagro.

No hay comentarios: