
Nos creemos civilizados, educados, cultos, pensamos que la civilización puede anular el instinto de Caín que anida como alacrán en el fondo de algunos seres "humanos". Y de improviso, caemos del árbol de la ilusión y nos quedamos perplejos y consternados.
Parece imposible que en este municipio del Baix Llobregat, Esparreguera, tres adolescentes de entre 14 y 17 años se unan para golpear a un hombre, José Luis Pérez Barroso, el marido de la alcaldesa, que salía del Ateneo a las 22h. Lo esperaban agazapados, como bestias feroces y lo golpearon hasta dejarlo por muerto.
La víctima, que como consecuencia de los golpes y la caída presentaba un coágulo en el cerebro, ha fallecido.
Los jóvenes, dos de los cuales tienen antecedentes, fueron detenidos por los Mossos d'Esquadra acusados de la muerte de Pérez Barroso y puestos a disposición de la Fiscalía de Menores, que los ha dejado en libertad.
¿Qué defensa hay frente a esto, cómo se protege la sociedad, si además los que debieran ponerlos a buen recaudo, los dejan libres?.
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