Barranco de Víznar
FEDERICO GARCÍA LORCA
Fue de madrugada, el 19 de agosto de 1936, antes de que comenzaran a cantar los pájaros; la tierra estaba silenciosa y sólo el miedo y la muerte aleteaban. Había tenido miedo hasta ese instante, había llorado en la soledad de la celda, rezado para que le sacaran, pero al mirar el campo esa noche, a la media luz del comienzo del alba, supo que ya nunca sentiría miedo, que la tierra que tanto había amado iba a serle leve, que la muerte iba a durar un instante y su vida, en cambio, para siempre.
Entre Víznar y Alfacar sonaron tiros de muerte pero en ese mismo instante Federico García Lorca nacía a una nueva vida eterna: la de la gloria literaria.
Nació en Fuentevaqueros, Granada, el 5 de junio de 1898, dual, como buen Géminis, nació cuando la tierra alegre de la primavera se prepara ya para el largo calor del verano andaluz. El padre poseía tierras en las que cultivaba remolacha y tabaco y la madre era maestra. Tal vez esas tierras y la envidia de algunos familiares por ellas acabaron causando la muerte de Federico, que a veces disfrazamos de política las mezquindades y rencores de cada cual. Y de esto en la Guerra Civil, hubo mucho.
Siempre en su vida la primavera y el número 19, es en la primavera de 1919 cuando marcha a Madrid a estudiar en la Residencia de Estudiantes, allí conocerá a Buñuel, Alberti, Dalí, Juan Ramón Jimenez, Falla, que influyó mucho en su estilo, inculcándole la belleza de lo popular. La Residencia era un hervidero de Arte en todas sus formas.
Después viajó por EEUU, dió conferencias en la Universidad de Columbia, de Nueva York. De ese viaje salió el libro "Poeta en Nueva York".
A la vuelta, crea La Barraca y pasea por toda España su idea del teatro. Ya antes de viajar a Madrid había publicado en Granada sus primeros versos.
Después vendrían sus grandes éxitos teatrales.
Y como en un ejercicio premonitorio, escribió muchos poemas sobre la muerte como si se sintiera atraído por su insondable misterio que pronto iba a conocer. En sus obras dramáticas, la oposición al régimen establecido acaba siempre en muerte. El subconsciente del artista intuye cosas que el hombre ignora.
3 comentarios:
Me a encantado este relato, incluso me ha emocionado, quizá por mis herencias familiares,todo lo que dices es realmente cierto,todo su legado y toda su obra,hombre escepcional donde los haya, que hizo tanto bien divulgando el saber por pueblos apartados practicamente sin cultura,donde la gente podía disfrutar con La Barraca,lástima que durase tan poco....un saludo y un beso enorme para ti Ishtar.
Gracias por leerme, cielo y me alegro de que lo que escribo llegue a tu corazón, ese es el objetivo a conseguir, que quien lee sienta lo mismo que se siente al escribirlo. Un gran abrazo.
Gracias a ti reina, es un placer leerte todas las secciones, me gustan todas pero esta me tiene enganchadísima, y me he llevado un susto porque no salía mi comentario, jajajaja, pero ya veo que sí, bueno voy a seguir otro poquito......un beso.
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