VERGÜENZA AJENA

La comparecencia extraordinaria de Mandatela Álvarez para detallar las acciones de su ministerio ante la tragedia de Barajas ha sido de las que te hacen sentir vergüenza ajena.
Una de las perlas que salieron de su boca" es que dudo de mi propia capacidad", otra, en contestación a un diputado, "coincido con usted en que no tengo ni idea de la Ley de la Función Pública".
Ella puede tener dudas, pero en el resto de España estamos plenamente convencidos de su total y completa incapacidad para el cargo que ostenta. Incluso llegó a confundir los papeles que leía, haciéndose un lío entre los inspectores y la Agencia Estatal, acabando por confesar "es que estoy muy desordenada con los papeles". En español, los verbos ser y estar son diferentes y tienen distinto significado para todo el mundo menos, al parecer, para esta señora.
¿Qué se puede esperar de un Gobierno que mantiene una analfabeta entre sus miembros? El Principio de Peter tiene en esta señora su máximo exponente.
Al final, nadie se entera de nada, confunden un muerto con otro al entregarlos a los familiares, que lo incineran creyendo que es su familiar el que están incinerando y no un extraño, y carece de importancia (claro, ahora les toca a ellos ¿de quién se van a quejar?) y el asunto del avión cada día lo lían más, acabaremos preguntándonos si hubo alguna vez un avión que se estrelló en Barajas. Lo malo es que los muertos seguirán muertos y aquí responsabilidades nunca asume nadie