viernes, 13 de junio de 2008
CAFÉ FLOJITO
Isabel se había acostumbrado a tomar café cada tarde con su madre, Blasa, y su consuegra, Genoveva. Vivían en la localidad valenciana de Llutxent. Las tres mujeres compartían así cada tarde problemas, anécdotas y todas esas pequeñas cosas que forman una vida.
"No hagas el café muy fuerte", pidió Genoveva aquella tarde. Igual esa frase les salvó la vida a las tres. Porque fue tomar el café y empezar los vómitos y los cólicos. Una hija de Isabel las encontró inconscientes y llamó al médico. Éste le dijo, "no esperes una ambulancia, no hay tiempo, te ayudo a meterlas en tu coche y llévalas al hospital o se mueren". Habían sido envenenadas. El marido de Isabel había envenenado el café con bolitas negras de insecticida. Esto sucedió el 11 de abril de 2001. Ahora, la sección cuarta de la Audiencia Provincial de Valencia ha condenado al marido a 16 años de cárcel por tres delitos de asesinato en grado de tentativa.
Diez días antes de los hechos, Isabel le había pedido al marido que se fuera de casa, que pediría la separación debido a que acababa de saber que él llevaba 10 años con otra relación, de la que además tenía un hijo.
Él se fue, pero le dijo a su mujer "que iba a durar menos que un cigarro", y a un hermano suyo, le enseñó las bolitas negras con las que pensaba envenenarla "si no es para mí, tampoco será para nadie".
El tribunal ha puntualizado que José, el marido, actuó con alevosía, que claramente quiso matarlas y colocó a las víctimas en una situación de indefensión absoluta y que de no haber aparecido la hija para llevarlas a tiempo al hospital, las tres habrían muerto.
Ahora, que se distraiga haciendo bolitas en la cárcel.
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