LAS CONSECUENCIAS DEL TALANTE Y EL BUEN ROLLITO

Ahora empiezan a llegar las consecuencias del talante y el buen rollito, el no llamar a las cosas por su nombre, el no pasa nada y el no saber gestionar una huelga salvaje desde el primer día. Ahora tenemos a 20.000 trabajadores, todos con familia y sin culpa alguna, en expedientes de regulación de empleo. Entre la huelga de Transportes y la crisis, encubierta desde el mismo gobierno, lo que estamos haciendo es hundirnos completamente. Porque ahora, estas empresas que presentan expedientes de regulación de empleo temporal, lo que en realidad están haciendo es pasar los gastos que les ha supuesto la huelga a la Seguridad Social, y me temo que la cosa no ha hecho más que empezar porque varias patronales de Transportes siguen empeñados en seguir lo que sea necesario. Al final los que tendremos que emigrar, seremos nosotros.