EL DESTINO TENÍA PREVISTO OTRA COSA

Féretro de Joaquín López Moreno

Rescate de los cuerpos por los compañeros.
Santiago Hormigo, izquierda y Joaquín López, derecha, fallecidos en acto de servicio.

Dos militares españoles acaban de fallecer en Bosnia, junto a dos oficiales alemanes, al estrellarse el helicóptero que pilotaba uno de ellos, el teniente Santiago Hormigo Ledesma. El otro español fallecido es el sargento Joaquín López Moreno.
El caso es que Santiago fue destinado "forzoso" a Bosnia, dada la escasez de pilotos y estaba pensando en abandonar las Fuerzas Armadas a su regreso, ya que tenía dos hijos pequeños, (uno de ellos de 20 días, al que ni siquiera ha llegado a conocer), a los que quería ver crecer, y dedicarse en el futuro a la Aviación Comercial.
Pero el destino muchas veces decide por nosotros y su vida ha terminado a los 32 años en Bosnia y todas las ilusiones de un matrimonio joven con ella, porque hay demasiadas misiones para pocos pilotos.
Ambos fallecidos han recibido la Medalla de la operación Althea de la Unión Europea, a título póstumo, en el aeropuesto de Bosnia, antes de ser repatriados sus restos mortales.
El sargento ha recibido un Funeral de Estado, pero la viuda del teniente ha preferido el silencio y la soledad. Sin embargo no debería encerrarse en su dolor porque va a necesitar mucha ayuda para sobrellevarlo y criar a sus hijos y el Estado está obligado a prestársela. Nadie debería ir a una misión contra su voluntad, si te juegas la vida debes saber al menos que lo haces por tus ideas y no por las de otros que piensan por ti.