lunes, 9 de junio de 2008

LOS RADARES


(Foto: Bloomberg)

El ingeniero Rafael Andrade lucha desde el año 2006 con la policía brasileña, que le multó por conducir su automóvil a 880km por hora, sí, han leído bien, ochocientos ochenta kilómetros por hora. La policía se niega a aceptar los diversos recursos presentados alegando que, no solamente el suyo, ningún coche puede alcanzar esa velocidad. Pero nada, la policía insiste en que su coche, un Volkswagen con motor 1.0 y 65 caballos iba a esa velocidad, propia de un avión, pero nunca de un coche.
Además de la correspondiente multa, la infracción le supuso la pérdida de cinco puntos del carnet de conducir; en Brasil, si se retiran 20 puntos en un año, le retiran el carnet provisionalmente.
La multa fue sólo del equivalente a unos 50 euros al cambio actual, pero lo que irrita al ingeniero es que no reconozcan en Tráfico su error y se empecinen en que iba realmente a esa velocidad. Claro, si lo dice el radar...¿cómo se va a equivocar?

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