lunes, 28 de marzo de 2011

CAMBIAN LOS HÁBITOS DE COMPRAS



CAMBIAN LOS HÁBITOS DE COMPRAS

 Con la crisis han cambiado los hábitos de consumo de los españoles.

Se gasta menos en ropa y la que se compra es más barata. Hasta los puestos de los mercadillos se quejan de que se vende bastante menos.

En alimentación, prima la marca blanca, por mucho que se esfuercen los fabricantes en anunciarse. Actualmente, más del 50% de las ventas es de marca blanca.

Ahora se compra  casi al día y ya no se hacen, en general, grandes compras mensuales, el objetivo es gastar lo justo estrictamente, se acabaron los caprichos. Y si se compran palomitas es para ver el cine en casa.

Los clientes buscan más las ofertas y si se producen subidas, cae la demanda. Ejemplo: Carrefour ha tenido los 500 gramos de fresones en tarrina, a 1 euro, vendiéndolas muy bien; de un día para otro, las puso a 1,65 euros, las ventas bajaron. No se pueden pegar subidas de ese tipo, y Carrefour es de los que más está subiendo los precios. Otro ejemplo del mismo hipermercado, los dentífricos + elixir de una determinada marca, los tiene a 1,68 euros, de un día para otro los pone a 1,98 euros. Otro ejemplo más, un chocolate de su propia marca Carrefour, lo pasa de 0,89 a 1,25; ante cambios tan llamativos, las ventas bajan y es normal que la gente acuda cada vez más a Mercadona o a Lidl.

Se compra menos marisco y pescado y mucho más pollo, y también menos ternera y cordero. En cambio han subido las ventas de pastas y arroz.

También se vende menos leche esterilizada y en cambio más quesos y yogur.

Ha bajado la venta de hortalizas. Las patatas frescas han caído en sus ventas un 7,7%, mientras las patatas congeladas han visto crecer su venta un 12%. Y es normal, porque les da por vender las patatas en bolsas de varios kilos y las familias son cada vez más pequeñas, así que al final se ponen blandas y les crecen raices, solución, tirar de las congeladas. Lo mismo ocurre con ajos y cebollas, sube la venta de los congelados y baja la de los frescos, por las mismas razones. 

Se sale de bares un 20% menos y se acude a establecimientos más baratos, donde además, se consume menos. La gente se esfuerza también en gastar menos en luz, gas y teléfono, sobre todo desde que se han encarecido las tarifas y se usa menos el coche. También se sale menos los fines de semana y la gente se reúne en casa, aportando cada cual algo de comer. 

En resumen, la gente se está adaptando a los nuevos tiempos lo mejor que puede y trata de sobrevivir a pesar de los problemas.

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