UN FONDO DE REPTILES INACABABLE
Javier Guerrero obligó a la Aseguradora Vitalicio a pagar "gastos adicionales" a la empresa Ingotor por una intermediación que nunca existió, en el ERE de los empleados de Minas de Riotinto.
Guerrero está imputado como hemos comentado en otras ocasiones por su participación en otros ERE, éste del que vamos a hablar, Manuel Chaves lo subvencionó con 90 millones de euros.
Por aquél entonces Francisco Javier Guerrero era director general de Trabajo y Seguridad Social de la Junta de Andalucía. Vitalicio Seguros se negó a pagar nada a Ingotor a menos que se le ordenase por escrito, pues era perfectamente consciente de que todo era un chanchullo, que Ingotor no había intervenido para nada en el ERE de Riotinto
Pero Guerrero estaba tan seguro de sí mismo (como el resto del PSOE), de que a ellos no les podía pasar nada hicieran las barbaridades que hicieran, que envió la carta, para sorpresa de la aseguradora.
El 22 de septiembre de 2003 Guerrero escribió la carta que figura arriba, ordenando a Seguros Vitalicio pagar a la intermediaria de seguros Ingotor "los gastos adicionales que por su actuación de asesoramiento e intermediación, les indique el citado mediador, en la preparación del ERE de Minas de Riotinto, Huelva.
La carta no salió de la Junta hasta un mes después, el 23 de octubre. Y salió de la Consejería de Empleo y Desarrollo Tecnológico, dirigida en 2003 por el secretario general del PSOE en Sevilla, José Antonio Viera. La única intermediación real que hubo fue la de la corredora Vitalia, mientras que la aseguradora Vitalicio fue la adjudicataria de la póliza para cubrir las rentas de los trabajadores. Para ello la hicieron depositaria de 90 millones de euros, que fue el coste del expediente de regulación de empleo de la empresa minera. Subvencionados en su totalidad por la Junta de Andalucía, que presidía en ese momento Manuel Chaves.
Pero, aún a sabiendas de que Ingotor en nada intervino, ante el recibo de la carta, Vitalicio transfirió 1.276.400,92 euros ese mismo año a Ingotor, pago seguido de otro más que realizó Generali España, grupo al que pertenece Vitalicio, por un importe de 1.127.169,91 euros. En total 2.403.570,83 euros para Ingotor, en concepto de prima por esa supuesta intermediación en la elaboración de los costes de las prejubilaciones de los empleados de Minas de Riotinto.
Según parece el importe del porcentaje estipulado debía alcanzar el 15% del importe total del ERE, de mantenerse esta petición inicial, el propietario de Ingotor, José González Mata, podría haber llegado a cobrar a través de otras empresas de su propiedad la diferencia entre ambas cantidades hasta completar los 13.522.772,34 euros.
Tanto el importe de esta comisión como la que legalmente le correspondía a Vitalia, fueron detraídos del total de la subvención procedente de la Junta, destinada a cubrir las rentas futuras de los trabajadores. Cantidades todas que salieron del famoso "fondo de reptiles" de 650 millones de euros del que la Administración andaluza dispuso libremente entre 2001 y 2009 para, según Guerrero, ayudar a las empresas en crisis, sin la más mínima transparencia ni publicidad exigentes a las subvenciones públicas.
De otro lado, en éste ERE de Riotinto se han podido apreciar otras anomalías, como falsear la vida laboral de varios trabajadores, para cobrar más aunque no les correspondiera, o bien que se acogieran a la jubilación anticipada aunque no tuvieran la edad adecuada para hacerlo. Todo a base de chanchullos de una clase o de otra.
Estos aspectos son objeto de un procedimiento de instrucción en una pieza separada, que se sigue en el Juzgado número 6 de Sevilla, a raíz de las irregularidades que salieron a la luz con el tema de Mercasevilla.
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