DE NUEVO, TODO LO ARREGLA EL DINERO

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DE NUEVO, TODO LO ARREGLA EL DINERO

A la fuerza nos volvemos cada vez más cínicos porque una y otra vez la realidad nos demuestra que es el dinero el que mueve el mundo, no el deseo de libertad, ni la fe o la esperanza.

En Siria, después de una represión brutal con varias decenas de muertos, el presidente del país, Bashar al Assad, que físicamente recuerda al príncipe Felipe, por cierto, acaba de firmar un decreto para el aumento de los salarios de todos los empleados públicos y empleados de empresas participadas por el estado, en más del 75%. La medida irá dirigida tanto a empleados eventuales como indefinidos. Al mismo tiempo, ordena disminuir los impuestos que pesan sobre los salarios. El decreto añade además, 1.500 libras sirias (22 euros) a todos los salarios.

A esta subida se añadirá un 30% de subida sobre las nóminas que estén por debajo de las 10.000 libras sirias y del 20% para las que estén por encima de esa cantidad.

El Gobierno fija también el salario mínimo para los sectores público y privado, así como para las empresas de participación mixta en 9.765 libras sirias. Todos los cambios se harán efectivos a primeros de abril.

También se van a aumentar un 25% las pensiones, tanto civiles como militares. Y se les concederá una paga extraordinaria de 1.500 libras sirias. También se establece la reducción progresiva de los impuestos que afectan a las pensiones y exime de impuestos a los salarios inferiores a 10.000 libras sirias.

Además, dejan en libertad a los presos políticos, que son sobre todo, kurdos.

Igual que en Arabia Saudí, se echa sobre los manifestantes dinero a chorros, porque aunque en euros sea poco, para el nivel de vida sirio es una buena subida y todos contentos. Y claro, el dictador, sigue. Y a todo esto, como allí no hay petróleo, ni EEUU ni la Unión Europea tienen nada que decir al respecto.