STANLEY GEORGE PAYNE, HISPANISTA

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STANLEY GEORGE PAYNE, HISPANISTA

Payne es un hispanista estadounidense, doctor en Historia por la Universidad de Columbia y profesor emérito de Historia en la Universidad de Wisconsin-Madison; es miembro de la Academia Americana de Artes y Ciencias y desde 1987, académico de la Real Academia Española de la Historia.

Escribe con frecuencia en periódicos españoles, por ejemplo El Mundo y ABC, sobre actualidad hispánica, ha estudiado a fondo la represión durante la Guerra Civil y en 2009 recibió la Gran Cruz de Isabel la Católica.
 
Payne se ha mostrado muy crítico con las actuaciones del juez Garzón sobre la Ley de Memoria Histórica, opina que "el juez Garzón, no puede declarar anulada la Ley de Amnistía de 1977 porque sí, porque a él le de la gana, las leyes, como es lógico en todo Estado de Derecho, se anulan o  se promulgan en el Congreso". Opina incluso que llamarla Memoria Histórica es una contradicción fundamental en los términos, algo que en estricta lógica no puede existir. Ni es memoria ni es histórica, se están manejando criterios sectarios, excluyentes, incluso de venganza a toro pasado. Quieren ganar ahora la guerra que perdieron.

Y la perdieron por excluyentes, porque su obsesión era crear una república exclusivamente de izquierdas, porque entonces y ahora, la izquierda cree que tiene doctrinas superiores y derechos para dirigir España.

Payne ha reflexionado sobre el comportamiento de los grupos de izquierda en sus intentos de derribar los gobiernos de Arias y de Suarez en 1976 y 1977, buscando una ruptura para devolver a España a las condiciones de 1931. Solamente cuando se convencieron de que toda posibilidad de ruptura era imposible, aceptaron la Transición y se mostraron dispuestos a cooperar en el proceso.

Desgraciadamente, se pueden contar con los dedos de una mano los dirigentes capaces de tener la visión y el coraje suficientes para denunciar el proyecto contrarrevolucionario en su raíz y anticonstitucional en su esencia, que intenta consumar hasta el final, el todavía Presidente del Gobierno, Rodríguez, podemos nombrar a Esperanza Aguirre, María San Gil, Mayor Oreja, y poco más.

Todos conocemos el trasnochado y contrarrevolucionario plan de Rodríguez, que socava los derechos más elementales, restando las libertades más básicas de los ciudadanos. Que además es anticonstitucional pues pretende integrar a la izquierda totalitaria que en el 31 y ahora, sólo entendía y entiende el lenguaje de las armas, representadas hoy por Batasuna-ETA, dejando en cambio fuera del sistema a la derecha, que considera cavernícola y ultramontana.

Claro que de esto tiene buena culpa la misma derecha, que una vez que asumió el poder con Aznar, no depuró todas las responsabilidades del GAL, incluida la famosa X, ni hizo limpieza en las Fuerzas Armadas, Guardia Civil, Ministerio del Interior, etc...donde permitió que siguieran los mismos que lo que más deseaban era moverle el suelo bajo los pies. 

Ahora , las víctimas del terrorismo, cargadas de razón, se niegan al borrón y cuenta nueva que pretende Rodríguez, porque eso sería como justificar los crímenes que se llevan sucediendo desde hace cuarenta años, y pagar esa sangre inocente vertida, otorgándole a Otegui, Josu Ternera, su hijo Urrutikoetxea Laskiba y el resto de sus colegas, un trozo del Estado de Derecho, la posibilidad de dirigir municipios, tal vez la Autonomía o incluso pedir el derecho a la autodeterminación. 

Decididamente, este hombre no se encuentra en situación de seguir dirigiendo España, porque sus ideas, proyectos y ocurrencias caen de lleno en un serio problema de trastorno mental.