sábado, 12 de marzo de 2011

HUBO UNA VEZ UN ATENTADO


HUBO UNA VEZ UN ATENTADO


Hubo hace mucho tiempo, en 2002, un atentado en Pakistán, en Karachi, que costó la vida a once ingenieros franceses de la Direction des Constructions Navales Internationales (DCNI) y tres pakistaníes, y que se atribuyó entonces a Al-Qaida y al terrorismo islámico.

Años después, hubo investigaciones y apelaciones a la Justicia y empezaron a salir a la luz otros detalles del turbio asunto. Había de por medio en aquellas fechas unos asuntos políticos y económicos. Se trataba de la compra de unos submarinos que Pakistán había encargado a Francia un tiempo antes, cuando era Presidente Francois Miterrand.

Esa compra llevaba aparejada unas comisiones encubiertas para los "conseguidores" de turno, unos libaneses impuestos precisamente por la DCNI en 1994, con el fin de conseguir la construcción de tres submarinos de clase Acosta, ya saben que en todas partes cuecen habas, incluso se sospecha que podrían haberse estipulado unas retrocomisiones para los franceses implicados. Las comisiones se iban pagando en los plazos acordados a Asif Ali Zardar, actual presidente de Pakistán y marido entonces de Benazir Bhuto, asesinada en diciembre de 2007. Al marido lo conocían como Mister 10%, ya pueden imaginarse por qué.


La cuestión es que en Francia, mientras tanto, hubo elecciones y las ganó Jacques Chirac en 1995, y ordenó a su entonces ministro de Defensa, Charles Millon, el cese del pago de tales comisiones, pues le parecían lo que son, una estafa pagada con el dinero de los ciudadanos.

Posteriormente se ha descubierto que de aquél 10%, un 4% era para Zardari y un 6% para los militares, supuestos encargados de luchar contra Al-Qaida y aliados de EEUU y Europa.

En el año 2000, además, Francia ratificó la Convención de la OCDE, que prohibe terminantemente tales prácticas, es decir el pago de comisiones encubiertas para conseguir contratos importantes.

Pero sigue habiendo sospechas de que en aquellos años se habían pagado no sólo comisiones sino retrocomisiones y no exclusivamente en el contrato con Pakistán, sino también con otro contrato con Arabia Saudí, con estas retrocomisiones, se financiaban, presuntamente, las campañas de algunos partidos franceses.

El atentado empieza a verse ahora desde otra perspectiva, ahora se cree en una venganza por el impago de las comisiones aquellas. ¿Es posible que alguien cometa un atentado de esas características y mate a 14 personas completamente inocentes, sólo por una venganza de índole monetaria que nada tiene que ver con ellas?.

La Justicia francesa, después de leer ciertos documentos, al fin desclasificados, empieza a creer que sí, que hay gente "pa tó", como decía el Guerra (el torero, no el político).

Ya ven ustedes, y les ruego que reflexionen sobre ello, que las cosas no son siempre lo que parecen en un principio y, en ocasiones, la rápidez con la que se destruyen las pruebas, puede llegar a engañar nuestra vista y nuestra intuición.

Quizás hay asuntos de nuestra historia reciente, como el 11-M, que necesiten de nuevas reflexiones por nuestra parte, ya ven que, muchas veces, los sucesos que acaecen en nuestro entorno son bien diferentes a lo que parecen a simple vista.

2 comentarios:

Marga Morguix dijo...

Ay, guapa...
Algún día, también aquí, mucha gente se dará cuenta de que las cosas no son como nos las han contado, y como pretenden que nos las traguemos.
Yo, por lo menos, sigo queriendo saber la verdad.
Un beso.

Ishtar dijo...

Precisamente eso quería yo, que alguien más atara cabos y encontrara la similitud de ambos casos. Yo escribí éste artículo por la mañana y por la tarde a las 17h, Luis del Pino, ha escrito en su blog sobre este mismo caso de Pakistán y el parecido que existe.
Si todos insistimos, algún día saldrá a la luz la verdad.
Gracias, Marga, un abrazo.