LAS POSIBILIDADES DE UN ATENTADIO
Cuando se produce un atentado, tan grave además como fue el del 11-M, se hace necesario barajar todas las posibilidades.
No basta incluso con analizar los explosivos, aunque se hubiera hecho bien, que no se hizo, no basta con buscar la relación causa-efecto y pensar "guerra de Irak, ergo ataque islamista", a menudo las cosas no son tan sencillas.
Ni hacer caso a aquellas voces que en seguida hablaron de ETA, total llevan cuarenta años asesinando, no es de extrañar que lo hicieran una vez más.
El caso es que en aquellos días había en el ambiente la sensación de que "se preparaba algo". Y si el atentado no es islamista ni es de ETA, ¿quiénes están mejor preparados para realizar algo así?
Porque no es tan sencillo sacarse de la manga una mochila azul encontrada de improviso y muy oportunamente en una comisaría de Vallecas, pero que no figura en el inventario que se hizo de restos en esa comisaría. Una mochila que nunca estuvo en los trenes. Por otra parte se tiene conocimiento que la UCIE (Unidad Central de Información Exterior) compró en Lavapiés una mochila idéntica a esa, la identificó como la de Vallecas y la envió al Juzgado en 2006.
En la verdadera mochila de Vallecas había un teléfono móvil conectado a un artefacto explosivo para activar el detonador. De ahí, se dedujo que todas las explosiones de los trenes fueron activadas por móviles. Dedución arriesgada porque no sabemos quién llevó esa mochila a la comisaría de Vallecas y como nadie ha dado un paso al frente y ha dicho yo la llevé y yo la recogí en uno de los trenes, pues no sabemos si guarda o no relación con los atentados. Por cierto, ese artefacto explosivo de la famosa mochila, la de verdad, cuando fue hecho explosionar por artificieros profesionales, se comprobó que estaba llena de clavos y metralla, medio kilo de clavos y tornillos.
Los TEDAX revisaron varias veces los trenes buscando mochilas, bolsas u objetos sospechosos y no encuentran esa mochila de 15 kilos de peso que después aparece en la comisaría entre "otros objetos pequeños" de las víctimas.
Si las bombas que explotaron en los trenes eran iguales a esa, como se ha pretendido hacernos creer, ¿por qué ni la ropa, ni los restos humanos, ni los trenes, tenían esos clavos y esa metralla? Esto lo confirmó tajantemente la forense que coordinó las autopsias, ni clavos ni tornillos en ningún cuerpo o resto humano. Las bombas de los trenes no eran como la de la mochila de Vallecas.
Luego viene el tema de la famosa furgoneta aparecida la mañana del 11-M en Alcalá de Henares, que fue examinada por dos perros diferentes de la policía, ambos expertos en detectar explosivos, sin que nada detectaran. Pero curiosamente, cuando la furgoneta es trasladada al Complejo Policial de Canillas, aparecen en ella varios detonadores y un resto de Goma-2 ECO. ¿De dónde salieron esos detonadores?.
Es a partir del teléfono móvil de la mochila azul, cuando se realizan algunas detenciones y se "construye" una versión islamista de los hechos.
Pretendiendo convencernos de que el fin de semana del 28 al 29 de febrero de 2004 tres marroquíes viajaron a Asturias en medio de una nevada impresionante, a media noche, gracias a las indicaciones de un ex minero, para traerse de la mina Conchita 200 kilos de explosivos. ¿Cómo dieron con la mina en un monte completamente nevado, en un camino por el que no se podía circular a causa de la cantidad de nieve?.
La mochila de Vallecas era un señuelo con el que engañar a la opinión pública y construir una versión oficial de los atentados. Varias semanas después, la policía rodea un piso de Leganés donde se supone que están los presuntos autores de la matanza, todos convenientementer juntos en el mismo piso. Pero además, estos supuestos islamistas, no sólo no se inmolaron en los trenes como es costumbre cuando un islamista pone una bomba, sino que esperaron pacientemente a que la policía desalojara ocho bloques de viviendas y solamente entonces, ya tranquilos, hicieron volar el piso. ¿Tiene esto algún sentido?. Se nos dijo que los islamistas telefonearon a sus familiares para despedirse, sin embargo meses después de que el piso explotara, uno de esos móviles seguía operativo. Se nos quiso convencer de que uno de ellos había dejado un testamento firmado para su familia; en un piso destrozado por la explosión, aparece incólume este testamento, escrito en árabe y firmado en caracteres occidentales. Es decir, que en todo caso, alguien había añadido una firma con un nombre conveniente a una carta escrita en árabe y firmada, naturalmente, en árabe, pero es obvio que quien la volvió a firmar a la occidental, no sabía árabe.
Se impidió que la policía científica accediera a los cadáveres o restos de los presuntos islamistas, no se les realizó autopsia alguna. A estas alturas no se sabe si los cadáveres fueron convenientemente puestos allí antes de volar el piso.
Tenemos el caso de Jamal Zougham a quién se le acusó en principio por haber vendido la tarjeta del teléfono de la mochila de Vallecas, y se le acabó acusando de haber puesto las bombas. Aparecieron hasta ocho testigos que juraron haberlo visto con una mochila en los trenes, lo malo es que cada uno lo vio en un tren distinto y Jamal no tenía el don de la ubicuidad. Es más, la noche anterior estuvo en el gimnasio al que acudía habitualmente, en la Plaza Elíptica de Madrid, no estaba fabricando bombas.
Al dueño de la casa de Morata deTajuña, donde nos dicen que se montaron las bombas y que estaba por aquél entonces en la cárcel, nunca se le imputó de nada, como tampoco a su mujer, que fue la que formalizó los contratos de alquiler.
Solamente los Servicios de Inteligencia, autóctonos o foráneos pueden tener facilidades para organizar algo así. Y si lo que se quiere es forzar un vuelco en unas elecciones inminentes, me inclino a pensar en los autóctonos, sobre todo por la cantidad de errores que cometieron, que como las migas de pan del cuento de Pulgarcito nos acaban llevando al lugar de donde proceden los verdaderos autores.
4 comentarios:
¡Ay! ¡Si Iustitia levantase la cabeza!
¡Cuantas cabezas rodarían!
Este caso y otros muchos de tan burdos se vuelven transparentes, además de eternos.
¿Será que tienen que parecer verosímiles?
¿Y sí todo es una pesadilla?
Saludos
Ka
Intentan hacerlos verosímiles, pero son tan torpes que van dejando pistas de sus actuaciones sin darse cuenta.
Pero para eso está la izquierda mediática, para gritar constantemente que ya está todo juzgado y claro y no hace falta estudiar más el caso. Hoy mismo se atreve el diario El País a desmerecer la labor de la juez Coro Cillán, insinuando que instruye mal los juicios. Comienzan su labor de zapa, no sea que tenga éxito y encuentre el hilo que nos lleve al ovillo.
Saludos.
¡ Y los jueces corruptos con alas !
Saludos
ka
Y cobrando por partida doble. ;-))
Saludos.
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