EL NIÑO DEL LAGO

El embarcadero del lago de Agremont (Francia), lugar donde fue hallado Antoine.


Como en una novela de misterio, pero terriblemente verdadera, comienza a desvelarse en Francia el misterio del "niño del lago". Apodo que dio la prensa a un niño de ocho años aparecido a las seis de la mañana del viernes, al borde de la muerte, con hipotermia grave, tieso como una tabla y en pijama, en un lago del oeste del país, en la región de Vendée. Lo descubrió flotando un hombre que paseaba a su perro. Pero lo raro era que nadie lo reclamaba. El niño ha permanecido en coma hasta el sábado por la mañana en que se despertó, dijo que se llamaba Antoine y su domicilio, además de indicar que había sido arrojado al agua por el compañero de su madre. La policía francesa acudió al domicilio y encontró a la madre del niño asesinada. La pareja, según parece, había convido hasta hace quince días en que decidieron separarse.
El presunto asesino, un mecánico de unos 30 años, ya ha sido detenido. Por cierto en casa de una joven.
La policía, cuando supo que el niño vivía a 30 kilómetros del lago, en Bois-de-Cené, acudió primero a casa del alcalde del pueblo, éste, desgraciadamente, descubrió que se trataba de su nieto y cuando acompañó a los gendarmes a casa de su hija Anne, descubrieron su cuerpo en el suelo, sobre un charco de sangre. La televisión permanecía encendida y en la mesa estaba servida la cena que una visita inoportuna vino a interrumpir.
La maldad humana no deja de sorprendernos cada día.