miércoles, 9 de julio de 2008

REUNIÓN DEL G8



Se reúne el G8, formado por los dirigentes de los países más importantes del mundo, entre los que no nos encontramos, evidentemente, en Tokio, para hablar de la crisis alimentaria y la pobreza en África, y se reúnen en el hotel Windsor, cada jefe de Estado con su pareja respectiva (que no creo que pinte nada en el tema). Un hotel donde las suites salen por 8.800€ noche, y finalizan la cumbre con una opípara cena de 18 platos. En total, la factura para hablar del hambre en el mundo ha sido de 356. 346 euros, que no se yo si no hubiera sido mejor repartirlos entre los pobres directamente, pero así es la burocracia que hemos creado.
El menú se lo preparó el único chef japonés con una estrella Michelin, Katushiro Namakura, que lo bautizó como "Bendiciones de la Tierra y el Mar" y contenía platos como sopa de almejas, congrio con azucenas, langostinos, rollitos de anguila o cordero lechal. Tampoco nada del otro jueves para tanto gasto.
Pero lo peor es que para llegar a conclusiones, si es que han llegado, de qué hacer para que la crisis actual no introduzca en la pobreza a 100 millones de personas más, igual no habría que gastar tanto dinero, digo yo, y dar ejemplo de austeridad a los ciudadanos.

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