Secuestrada durante dos meses. (Foto:EFE)
Muchas veces nos rasgamos las vestiduras ante las costumbres de barbarie de otras culturas, lapidaciones, enterramientos en vida, abusos tribales sin pensar que los maltratadores occidentales basan sus maltratos sobre la misma base ideológica: la mujer no vale nada.
La joven de 19 años que permaneció dos meses cautiva de cinco secuestradores, su ex novio, su ex cuñado y amigos y familiares de estos, por el delito de haber querido dejar a su pareja, fue víctima de esta idea. Su novio, Juan Esquirol Jiménez, que por cierto acaba de ser acuchillado en la cárcel, probablemente por encargo, y permanece ingresado en el hospital, no podía consentir ser abandonado. Su línea de pensamiento es muy clara, tú no eres nada por ti misma, eres algo mientras, y porque yo te amo, si me dejas, no te amo; por lo tanto, si no te amo, tu ya no eres más que basura, no sirves para nada, eres un mero objeto, así que ahora vas a servir para que mi hermano desahogue sus instintos sexuales y tras de mi hermano te vamos a prostituir para cualquiera que pague por ti, al menos así servirás para algo, para obtener dinero para alcohol y drogas.
Más o menos bajo estas mismas premisas actúan todos los maltratadores, ellos son los dioses y ellas sus esclavas, si se rebelan pasan a ser escoria y, como son de su exclusiva pertenencia, son meros objetos que se pueden pisotear y romper, dejan de ser personas porque solamente fueron para ellos personas mientras las quisieron, posesiva y caprichosamente.
Luego echarán la culpa a la droga o al alcohol para tratar de obtener la absolución o la menor cantidad de años de cárcel posibles pero están en su perfecto, aunque distorsionado juicio.
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