TORMENTA Y VENDAVAL DE ARENA
Ayer, una fuerte tormenta con vientos de hasta sesenta kilómetros por hora, acompañada por un vendaval de arena, se abatió sobre Sevilla y su provincia, provocando sustos a sus habitantes, sobre todo porque volaban toldos, cortinas y veladores de las terrazas. Y con la arena, apenas se veía. Hubo que cerrar los parques por temor a la caída de ramas y el agua inundó algunas viviendas. El cielo se oscureció de repente y comenzó la fiesta del viento y el agua.
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