jueves, 3 de abril de 2008

EL ASESINO, EN LA CALLE


La desidia judicial en España es ya de tal magnitud que acabaremos mirando con malos ojos la huelga de funcionarios judiciales, en principio justa. Eso, o que nos declaremos en huelga los ciudadanos, avergonzados de tanta ineptitud.
Aquí, el mozo de la foto, va a quedar en la calle después de matar a un policía en vez de cumplir una condena de 30 años porque la policía no ha encontrado a la testigo que ellos mismos, supuestamente, protegían. La mujer trabajaba en un colegio, y en vez de ir a buscarla a su domicilio para que testificara, la buscaron en el colegio ¡en julio!. Naturalmente el colegio permanecía cerrado, por lo que ni el fiscal ni la Sección Penal Cuarta de la Audiencia Nacional, se preocuparon más de buscarla. Como resultado, la principal testigo de cargo contra el asesino que lo había identificado sin la menor duda, nunca pudo ser interrogada por la defensa.
Así llegamos a que Marcos Martín Ponce, terrorista del Grapo, resulta absuelto, a pesar de haber asesinado al policía Francisco Javier Sanz Morales, de 28 años de edad.
Queda muy claro que el desgraciado asunto de Santiago del Valle paseándose tranquilamente a pesar de estar condenado no es un caso único, en España lo verdaderamente sorprendente es que alguien acabe en la cárcel, por lo visto.
¿Cómo se supone que "protegían" a la testigo si ni siquiera sabían por donde andaba? Ah, misterio.

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