sábado, 19 de abril de 2008

LA MEMORIA HISTÓRICA


Ya sabemos desde hace mucho que la inteligencia de los políticos suele ser inversamente proporcional a los votos que reciben pero hay cosas que siguen sorprendiéndonos a pesar de todo.
Había hasta ahora en Sevilla, en el barrio de Bellavista, lindo nombre que nunca tuvo nada que ver con el barrio, por cierto, una calle denominada Alvar Negro, un lugarteniente de Fernando III de Castilla, llamado el Santo a partir de 1671, año en que fue canonizado por el Papa Clemente X. Se dio ese nombre a esta calle por sus méritos en la conquista de Sevilla.
Pero como resulta que el alcalde que padecemos, el Monteserrín de nuestros pecados, debe ser de tendencias mahometanas, y lo digo por ese afán de regalarle, en terrenos de la Expo, miles de metros cuadrados a cierto grupo presuntamente relacionado con Al Qaeda para que se construya allí la mayor mezquita de España; pues su Memora Histórica se ve que no va más allá de la segunda república y no da la menor importancia a la Conquista de Sevilla, así que ha aceptado la propuesta de IU para cambiar el nombre de la calle.
¿Y se preguntarán ustedes a que ilustre hijo de la ciudad desean dedicarle dicha calle? A Manuel Gonzalo Mateo, muy conocido en su casa, por ser el padre de un sindicalista que vive en esa calle.
¿Hay quien acumule más estulticia en menos células grises?

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