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No se sabe muy bien que traza se dan desde el Gobierno pero cuando quieren aclarar las cosas, las oscurecen que da gusto. Ante la alarma lanzada el miércoles por Francia de que aceite de girasol procedente de Ucrania estaba contaminado por hidrocarburos de aceites minerales de no se sabe qué procedencia, la Unión Europea ha tomado cartas en el asunto.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición ha difundido la información y se ha puesto en contacto con las grandes superficies, Asociaciones y la Federación de Industrias Alimentarias, al objeto de recoger todo el aceite de girasol hasta que se sepa con claridad qué marcas y qué partidas son las afectadas.
A todo esto, ese mismo aceite tuvo su entrada en España en febrero, luego miles de personas lo han estado consumiendo. Además eso de que Sanidad diga, "no es tóxico, pero por si acaso, no lo tome" deja muy perplejo al personal.
Con la cantidad de girasol que hay sembrado en Andalucía, hectáreas y más hectáreas y resulta que nos vamos a comprar el aceite de girasol a Ucrania, nada menos, la cosa tiene miga.
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