domingo, 27 de abril de 2008

LA DROGA CHINA

Marcelino Iglesias




Agentes del Cuerpo Nacional de Policía, dirigidos por el Grupo XX de la Brigada de Policía Judicial, especializados en el crimen organizado, auxiliados por el Grupo V de extranjeros, al ser los sospechosos ciudadanos chinos, han desmantelado el laboratorio, vamos, la cocina, donde se fabricaba una nueva droga muy popular entre los chinos, llamada "kin" y detenido a seis personas, todas chinas.
Parecen que traían clorhidrato de ketamina,una sustancia utilizada en veterinaria como anestésico para animales, desde China y una vez en España la cocían a fuego lento, hasta convertirla en polvo similar a la sal y la mezclaban con efedrina, cafeína, manitol o selegina.
Entre los detenidos figura un experto en química Jianshen H.Y. que era el que había concebido la idea y que había logrado que la droga se vendiera por todo el país entre la comunidad china, e incluso la exportaban a otros chinos de Italia. La vendían a 4.000 euros el medio kilo, y la dosis entre 10 y 15 euros, lo que les reportaba magníficos dividendos por un pequeño gasto eléctrico en la cocina. Cada 15 días vendían 4 kilos, que al parecer respondía a la demanda.
Dice la policía que el consumo de esta sustancia, crea alucinaciones, experiencias disociativas, analgesia profunda y pérdida de consciencia durante varias horas, es curioso, porque es lo mismo que me producen a mí las declaraciones de determinados políticos sin necesidad de droga alguna; por ejemplo cuando el Presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, ha dicho, con ese semblante serio que le caracteriza, que "es muy difícil entender lo que es un hectómetro cúbico". Como tocada por el "kin" ese me dejó. Pero si eso es algo que se aprende a los 10 u 11 años, cuando te ponían problemas de héctómetros, de embalses de agua, de grifos siempre abiertos, de trenes que se cruzaban etc..etc...¿Dónde ha estado metido este hombre para no saber que un hectómetro cúbico son mil millones de litros de agua, sí de esa de un litro que compra usted envasada, bueno, o que pide tocando el timbre, que en esas "alturas" donde se ha situado Marcelino, ya nadie compra nada; si hasta a Tony Blair lo han pillado sin billete y sin dinero en un tren por falta de costumbre, a pesar de que su asistente le dio dinero de bolsillo, no sabía dónde lo había puesto (¡será por dinero!).Todo esto demuestra que los políticos vuelven a una edad mental de cinco o seis años a poco que ostenten el poder y olvidan, si es que alguna vez lo supieron, las cosas más simples como que viajar en tren exige el pago previo de un billete o lo que significa en cantidad de agua un hectómetro cúbico.
Respecto a los detenidos, lo de siempre, a esperar que se complete la investigación estudiando los papeles que encuentren y a que no les toque un juez de estos que cree que en la calle es donde mejor están los delincuentes, angelitos, no se vayan a pervertir en la cárceles.

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