LA MARGARITA SE ABURRE

Eduardo Zaplana


Alberto Ruíz Gallardón


Mariano Rajoy



Esperanza Aguirre



¿Recuerdan cuando de niños deshojábamos margaritas? ¿Si, no, si, no, me quiere, no me quiere? Pues así andan estos días los del PP y ya se aburre hasta la margarita. La señora Aguirre no dice ni si ni no, sino todo lo contrario. Rajoy grita, que se vaya al Partido Liberal el que lo desee. La señora Aguirre, como si estuviésemos en una comedia de enredos, "si quiere echarme que me lo diga"; Rajoy, nadando y guardando la ropa, "de ninguna manera he querido decir eso, ni se me ha pasado por la cabeza". (Como que sería suicida echar a la Presidenta de la Comunidad de Madrid). Gallardón, al quite, por si pasa por allí el autobús del éxito, casualmente, y siempre, siempre, detrás de tantos dimes y diretes, miren ustedes por donde, asoma la cabecita de Zaplana. No se sabe cómo, pero está.
Esperanza Aguirre ha enseñado sus cartas demasiado pronto y como mujer lista que es, ha recogido velas, dejemos que sea otro el que se estrelle en el 2008, que en el 2012, ya veremos quién está de candidato. (Claro, ha medido sus fuerzas y sabe que si no obtiene 600 compromisarios, no se puede presentar como candidata en el próximo Congreso).
Blanco, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, se mete donde nadie le ha llamado a opinar del caso y meter el dedito un poco más en la llaga con la abierta intención de infectarla.
¿No son ya grandecitos para estos juegos? A sus millones de votantes lo que realmente les importa es la solución de sus problemas diarios, como a los votantes del PSOE, por otra parte.
¿Quién cambiaría el final del terrorismo, la mejora de la economía, el fin de la crisis de la vivienda por el carisma y la fotogenia del candidato, fuese el que fuese? Esos asuntos de marketing político déjenlos para su consumo interno y a los votantes ofrezcan unos y otros soluciones que es lo que necesitamos y si no tienen imaginación para crear soluciones a los problemas que tenemos, muchos de ellos creados por ustedes mismos, váyanse a su casa en buena hora y dejen de deshojar la margarita, que la margarita, se aburre.