miércoles, 2 de abril de 2008

LOS BUENOS AMIGOS



Da gusto pensar en la amistad, ¿verdad? nos ponemos sensibles y se nos hincha el alma de emoción. Y luego viene la realidad, con su cinismo habitual y nos hecha por tierra todas las emociones. Tele 5 mató el tomate pero no su amarillismo habitual, ahora resucitado en un nuevo programa que ha presentado hasta el cansancio y el agotamiento las imágenes más terribles de una gran actriz española: Terele Pávez, durmiendo entre cartones en un cajero de Madrid.
Ha sido Terele una de tres hermanas, todas grandes actrices, Emma Penella, desgraciadamente fallecida en agosto del 2007 y Elisa Montes, nietas del Maestro Penella, autor de la zarzuela "El gato Montés". Todas eligieron un apellido diferente al propio por ser hijas de Ramón Ruíz Alonso, uno de los asesinos de Federico García Lorca. Un hecho como para haber marcado sus vidas, pero las tres lograron triunfar en el teatro y llegar a ser actrices de gran prestigio.
Ahora Tele 5, no solamente nos muestra esas crueles imágenes sino que nos dice que su hijo Carolo (hijo de Terele) está "muy tranquilo " porque lo de su madre no es preocupante. (No lo será para él, ya sabemos la familia lo que es en muchas ocasiones, desgraciadamente). Pero lo que hace rebosar el vaso de la indignación es que la cadena entrevista a muchos compañeros y amigos de la actriz, que han trabajado con ella y la conocen bien y dicen sentirse "emocionados", sí, los defensores del canon se emocionan hasta llorar lágrimas de cocodrilo, pero sin abrir ninguno la cartera. He visto a Laura Valenzuela, condolerse de la situación de su amiga, ella, a quien su marido dejó literalmente forrada, como para que ni ella ni su hija ni sus nietos tengan que trabajar en su vida, pero ni uno sólo ha movido un dedo, ninguno ha corrido al cajero para estrecharla entre sus brazos y llevarla a un médico, a una institución donde puedan asistirla. Y esos son sus buenos amigos, que encima recuerdan la muerte en la miseria de Gracita Morales y otras actrices magníficas, pero ni uno de ellos, ni uno sólo está dispuesto a gastar un euro en aliviar sus problemas.
Cómo recuerdo ahora el señorío de Fernando Fernán Gómez que tantas veces y de manera anónima alivió los problemas económicos de compañeros de profesión menos favorecidos por la fortuna, pero claro, Fernando fue un Hombre con mayúsculas, una gran persona a quien ninguno de estos podrá llegar nunca ni a la altura del zapato.

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