CASARSE CUANTO ANTES

Algunas de las afectadas que han efectuado la denuncia.


Hay personas solitarias deseando dejar de estarlo. Pero internet, por la falta de contacto rea,l no es el mejor sitio donde buscar.
Un grupo de mujeres, que no se conocían entre sí, se han quedado compuestas y sin novio, el mismo novio común, Carlos M.E.N. (el nombre y las iniciales de los apellidos, también tienen su aquel) que las había estafado a todas. Ellas le dieron hasta 12.000 euros para organizar la boda y los perdieron, claro.
La ilusionadas novias volaron incluso a Tel Aviv (Israel) porque el novio decía trabajar como director de un hotel de lujo allí. Lo peor es el aspecto emocional, las recibía a todas con un gran ramos de rosas blancas, ¿quién podría resistirse?. Conoces a un buen chico, honrado, trabajador, le gustas, pero no tiene esos detalles y claro, las mujeres se perecen por un detallazo así, ahí es nada, olorosas rosas blancas desde el primer día es augurio de detalles futuros sin cuento. En este caso fue augurio de mucho cuento, solamente. Todas las historias tienen el mismo "modus operandi". A través de un chat, les abría un mensaje privado, les decía que se sentía atraído por ellas, empezaban a escribirse mensajes cada día, hablaban por MSN, les daba promesa de matrimonio. Les contaba que estaba viudo desde hacía nueve años, con dos hijos ya mayores y que no había vuelto a tener pareja.
Así hasta ocho relaciones paralelas, y con la promesa de boda venía el tema del catering, que se celebraría en España con unos 500 invitados. Y eso lo iba a gestionar él a través de su empresa para celebrarlo en Madrid, para lo cual ellas debían aportar dinero. Y lo sorprendente es que lo aportaban. Parece que no se encontraron las ocho mujeres en Tel Aviv de milagro, cuando unas salían otras llegaban. Pero un día, después de haber entregado el dinero, claro, recibían una carta de la hija del novio comunicando el triste fallecimiento de su padre.
Todas estaban enamoradísimas, parecía un perfecto caballero, tan perfecto que no parecía real, y no lo era, naturalmente.
Una de ellas le dio hasta 120.000 euros para comprar un inmueble en Tel Aviv y no ha recibido ningún documento.
La inocencia y las ganas de casarse, son malas consejeras en estos casos. La gente es demasiado confiada con tanto caradura como hay por el mundo. Ahora se han conocido y hecho amigas, igual salen juntas y conocen a alguien que merezca más la pena. ¡Suerte!