viernes, 23 de mayo de 2008
LOS SUEÑOS DE AYER
Al vent,
la cara al vent,
el cor al vent,
les mans al vent,
al vent del món.
I tots,
Tots pienns de nit,
buscant la llum,
buscant la pau,
buscant a déu,
al vent del mont.
La vida ens dóna penes
ja el nàixer és un gran plor:
la vida pot ser eixe plor,
pero nosaltres
al vent,
la cara al vent,
el cort al vent,
les mans al vent,
els ulls al vent,
al vent del món.
I tots,
tots piens de nit,
buscans la llum,
buscant la pau,
buscant a déu,
al vent del món.
Raimon rememora lo que fue el mayo del 68, aquellos que miraban a Europa hace 40 años, sobre todo a París que bullía de estudiantes levantando adoquines de las calles. Era un 18 de mayo y Raimon debutaba en Madrid, cantaba en la Universidad, en la Complutense, donde la censura tenía menos mano y a partir de ese momento, la sensación fue de que iban a pasar cosas importantes, de que la libertad iba a estallar como estalla la primavera, de improviso y sin esperarlo. 6.000 estudiantes asistieron a aquél concierto.
No, jo dic, no,
diguem no.
Nosaltres no som d' eixe món.
Entonces, al parecer, no era necesario reivindicar el valenciano, toda la juventud española lo entendía, eran tiempos en que la juventud era capaz de arriesgar, no se había anquilosado, se tenían ideas y se luchaba por ellas. Pero ahora no se piensa en la libertad puesto que se cree poseerla, solamente se piensa en el hedonismo y los placeres. Y sin embargo, solamente la juventud puede cambiar el mundo, las generaciones que llegan, plenas de pureza y de querer hacer bien las cosas; la juventud no puede claudicar de su papel de rebeldía sobre el orden establecido, eso es lo que da vida al mundo, e impide que triunfe lo establecido por el mero hecho de estarlo. Hay que seguir diciendo no a muchas cosas y es deber de los jóvenes el hacerlo.
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