FERRAN ADRIÁ
SANTI SANTAMARÍA
ARZAK Y SU HIJA.
CARME RUSCALLEDA.
COLA DE POBRES EN PAKISTÁN ESPERANDO UN PLATO DE COMIDA.
La ONU prevé, como mínimo, diez años de encarecimientos de alimentos, tanto por una mayor demanda como por el alza imparable de los biocarburantes.
Los precios agrícolas se han duplicado en dos años y estos precios llevarán a mucha gente a la desnutrición. Esto hará que haya conflictos sociales en los países más pobres. El llamado "estado del bienestar" cada vez demanda más energías, pero el precio del petróleo seguirá subiendo y cualquier golpe sobre la oferta, como pueda ser una época de sequía, incidirá sobre la inflación; y mientras sucede todo esto, los cocineros de renombre en España, esos que no sirven un plato por debajo de 70 euros, andan a la greña y tirándose de los pelos unos a otros sobre si la cocina debe ser innovadora o de la abuela, si la química (que existe desde hace mucho, cómo si no mantener los helados, conservas etc...) debe utilizarse o debemos declararle la guerra totalmente. Es como dedicarse a discutir el sexo de los ángeles, con las carteras bien llenas todos ellos, mientras a su alrededor se mueren de hambre millones de niños. Porque hay que decirlo claro, hoy en día hay países en los que la gente se muere de hambre literalmente, mientras aquí discutimos sobre los sifones de Adriá. Discusiones que, además, influirán en el turismo de calidad que nos visita, pero ese ya es otro tema.
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