sábado, 17 de mayo de 2008
CON NOTAS DE FLORES BLAN CAS
Un vino debe ser un todo armónico, sin notas discordantes; así es este Gessamí, que acaba de salir desde San Sadurní d' Anoia, de las cavas Gramona. Es un vino fragante y fresco, con predominio de notas de flores blancas, azahar, jazmín, con algún toque frutal de piel de cítricos y un aroma lejano a damascos sarracenos.
Está realizado con uvas Muscat, de Alejandría, Muscat de Frontignan, Sauvignon Blanc y Gerwürztraminer; la botella recuerda la de los vinos del Rhin y viene en tamaño normal y otro pequeño, para una persona.
Es un vino que irá muy bien con quesos no muy hechos, foie, pescados grasos, frutas y ensaladas. Actualmente, el primer sabor de boca es a primavera despierta, pero aseguran los expertos de Gramona que puede guardarse la botella de uno a dos años, quizás entonces recuerde más a las rosas tardías del otoño.
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