lunes, 5 de mayo de 2008
LO QUE NOS FALTABA
El 11 de marzo de 2004 España quedó paralizada por el horror, una bomba explotó en un cercanías de la estación de Atocha, un minuto después, explotaban otras dos en el mismo tren, el caos y el terror se adueñaron de andenes y escaleras mecánicas.
Eran las 7:37 de la mañana. Pero a las 7:38 explotaron otras dos bombas en un convoy en la estación de El Pozo y otra en Santa Eugenia. A las 7:39, como en un rosario de terror y muerte, cuatro explosiones más destrozaron otro tren a 500 metros de Atocha. En ese corto espacio de tres minutos, 10 bombas producen el mayor atentado terrorista que se hubiese perpetrado hasta entonces en España. 191 muertos y más de 1500 heridos deben hacernos imposible olvidar aquel día atroz en que Madrid vivió entre gritos, sirenas de policías y ambulancias y el miedo a lo que pudiera seguir sucediendo. Renfe suspendió todas las líneas con origen o destino Madrid. El centro y los accesos y salidas de la capital estuvieron colapsados durante horas. No solamente España, el mundo entero contenía el aliento escuchando las noticias.
De esto hace cuatro años ya, vivimos la explosión del piso de Leganés, hemos asistido al Juicio, vivimos pendientes de lograr saber qué había ocurrido en realidad, quién había planeado todo aquello, por qué era tan fácil andar traficando con explosivos en Mina Conchita, y no solamente está todo a medio saber, sino que ahora se nos descuelga la Fiscalía con que ellos se oponen a condenar a Haski, Belhadj y El Egipcio como autores intelectuales del 11 M. Ahora resulta que no hay autores intelectuales. A pesar de que uno de los teléfonos supuestamente usados en las bombas, continuaba activo días después del atentado, es decir, que era muy fácil rastrear quien lo usaba. La Fiscalía también se opone a que se condene a Bouchar como autor material.
Precisamente, el pasado mes de octubre, al conocerse la sentencia, los medios internacionales se sorprendieron de este hecho, para el juez, no había autores intelectuales de los hechos, los tres acusados de la autoría planificadora, El Egipcio, Hassan El Haski y Yousef Belhadj fueron absueltos de todos los cargos relativos a la inducción o planificación del atentado.
Después de mantener desde el 11 M que estaba clara la inspiración y trama islamista, resultaba que no, que estaba oscura y no creían en ella ni el mismo Juez ni la Fiscalía. Ante el escándalo que formaron las asociaciones de víctimas, por la sentencia, la Fiscalia tuvo que salir al paso y decir que recurriría dicha sentencia, pero a la hora de la verdad lo único que ha recurrido es la absolución de El Egipcio del delito de pertenencia a banda armada.
Pero no sólo no recurre la absolución de los presuntos autores intelectuales de los hechos, sino que se opone a los recursos presentados por las asociaciones de víctimas.
Aunque en su momento, y basándose en los datos de actividad de su teléfono móvil, la fiscal Olga Sánchez sostuvo que esto probaba que El Egipcio estaba en España en esas fechas, ahora la Fiscalía argumenta que su presencia no está acreditada.
También sostuvo la fiscal que en algún momento, meses antes del 11 M, El Egipcio abrió una cuenta de correo electrónico indicando como su fecha (falsa) de nacimiento, el 11 de marzo de 1970, lo que demostraría que ya tenía elegida la fecha del atentado. Sin embargo, ahora la Fiscalía afirma que "no existe ningún documento que acredite que esa cuenta fue abierta por El Egipcio, ni siquiera que esa cuenta llegara a abrirse".
También le dieron gran importancia a la conversación telefónica grabada en la que El Egipcio se atribuía la autoría de la masacre, en cambio ahora la Fiscalía dice que dicha conversación "no es audible ni comprensible".
Solicitamos en su día a Bélgica la extradición de Belhadj por considerarlo uno de los cerebros de los atentados y porque era su voz la que presuntamente sonaba en el vídeo encontrado el 13 M cerca de la Mezquita de Madrid, pues ahora dice la Fiscalía que ni él habla en ese vídeo ni existe ningún dato que lo relacione con los atentados.
Exoneran a Bouchar, que escapó del piso de Leganés, porque la mera presencia de huellas dactilares y genéticas suyas en la finca de Chinchón, así como su condición de habitante del piso de Leganés y su relación con los otros coautores, no acredita esta participación, sino solamente su pertenencia a un grupo yihaidista y tenencia de explosivos (igual era coleccionista el hombre y no pensaba usarlos) por los que ya ha sido condenado.
Al final de tanta investigación, tanto folio jurídico relleno y tantas gaitas, no sabemos quién diseñó, planeó y ejecutó los atentados, porque si de Bouchar no se acredita ¿cómo se va a acreditar de los que se suicidaron en el piso? Lo mismo es que les dio por ahí y su suicidio no tiene nada que ver con los atentados.
En esta España en la que todo parece que se ignora, lo único verdaderamente cierto es que los 192 muertos, realmente lo están; que las secuelas de los heridos persisten en muchos casos y que tenemos la extraña habilidad de liar las cosas de tal manera y marear la perdiz de modo que al final resultará que las bombas explotaron solas sin arte ni parte de nadie. Desgraciados los muertos y sus familias y qué vergüenza; si con esta sentencia tan mediática, que fue seguida en todo el mundo andamos así, ¿nos vamos a sorprender de que dejen sueltos a los pederastas o dejen años dentro de las cárceles a los absueltos de delitos? En materia de Justicia (y, desgraciadamente, en muchas otras materias) ya no se sorprende uno de nada en España. Manda Trillo la cosa.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario