WALTER RISO
Todos deseamos ser amados, el amor nos da seguridad, nos hace crecer anímicamente y, sobre todo, nos hace felices.
Pero hay que saber, antes que el amor nos deje ciegos, con quién tratamos, porque después, será demasiado tarde para ello y el amor nos hará sufrir.
Hoy que observar el comportamiento del otro, como habla, como mira, como se relaciona con los otros.
El psicólogo Walter Riso, ha escrito un libro titulado "Amores Altamente Peligrosos", en el sostiene que hay un 20% de la población con la que sería preferible no mantener una relación amorosa.
Hay ocho "estilos afectivos", de los que es preferible huir.
El histriónico : el amor hostigador, personas con una gran necesidad de aprobación. Quieren ser siempre el centro de atención, son exhibicionistas y acosan afectivamente. Al final lo que consiguen es cansar a su pareja.
El desconfiado : es el estilo paranoico, piensan que ya no se puede confiar en nadie, que siempre les van a hacer daño; que si se entregan demasiado se van a aprovechar de ellos. Crean una gran territorialidad y desconfían hasta de la propia familia.
El pasivo/agresivo : estos viven un conflicto permanente, necesitan a la pareja para que los proteja, pero al mismo tiempo quieren ser autónomos. No se comprometen, pero tampoco tienen la valentía de alejarse.
El narcisista egocéntrico : se creen especiales, no existen reglas para ellos. Son egoístas, creen merecerlo todo, exigen mucho amor y dan muy poco. Siempre piensan que el otro vale menos que él.
El obsesivo : cuando el amor se vuelve metódico y debe ser sistemático y sin errores. Quieren manejarlo todo porque se creen más responsables que su pareja. Tienen problemas sexuales y se vuelven acosadores, les cuesta expresar emociones y envejecen muy rápido. Estar con él es como estar en un departamento de control de calidad. Ellos no hacen el amor en la cama, sino en el quirófano.
El violento : por supuesto hay que alejarse de los pendencieros, antisociales; son amores malignos. No tienen sentimiento de culpa y reducen al otro a un objeto. Suelen ser los maltratadores.
El indiferente : los desvinculados de todo. Son incapaces de procesar emociones. Reales analfabetos emocionales. Como hacen de la independencia un valor, para ellos estar enamorados es un problema. El otro les sirve para vincularse a la vida social y punto.
El caótico : no nos conviene porque es el estilo limítrofe/inestable. Son imprevisibles y suelen tener adicciones. Fluctúan entre el amor y el odio. Sus emociones son explosivas: te pueden amar locamente hoy y odiarte mañana. Tienen un problema de identidad: están fragmentados. No pueden dar ni recibir amor. Tienen un profundo miedo al abandono, pero son incapaces de mantener al otro cerca.
Por último, decir que el deseo es importante, mucho, pero no es suficiente. Son básicos la compasión y el cuidado del otro, que es lo que falta en la mayoría de los estilos afectivos que hemos enumerado. Lo que más une a una pareja es la amistad. Es como desear al amigo, pero es importante el deseo, porque si no sólo es una amistad.
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