La cultura, la sensibilidad, la historia, monumentos maravillosos y lo contrario, una oscura fuerza maligna corriendo mezclada por la sangre de algunos.
Parece que en Austria no hay asesinatos de uno en uno, ni incestos de uno en uno, allí todo a lo grande.
Ahora, un hombre de 39 años, se ha entregado a la policía después de haber asesinado a su esposa y su hija con un hacha, haber viajado hasta Ansfelden, en la Alta Austria, expresamente para acabar con la vida de sus propios padres por el mismo método y la misma arma, y más tarde, se desplazó a Linz, capital del Estado para asesinar a su suegro. Todo esto en 24 horas.
Después de generar todo este drama, el hombre trató, supuestamente, de ahorcarse, sin lograrlo, así que se acercó a la policía para entregarse.
Y ahora dice que lo hizo por su bien, para que no se avergonzaran de él, que se había arruinado. Igual podía haber empezado por él mismo y dejar en paz a los demás.
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