Oveja con su cría, inerme ante los buitres.
La rodean, la acosan, sin salida posible.
Están hambrientos, son animales salvajes luchando para sobrevivir.
Antes de que surgiera el problema de las vacas locas, los buitres actuaban como tales, es decir, como aves carroñeras y se nutrían de los cadáveres de animales abandonados en el monte. Ahora esos animales que mueren son quemados sin que nadie se acuerde de los buitres y sus necesidades alimenticias; por lo que ahora los buitres han cambiado de hábitos y actúan como políticos, tragándose todo lo que se mueva (¿para que no salga en la foto?, Ay, el viejo Guerra, uno acaba echándole de menos, con él tenías asegurada la crítica ácida e inteligente).
Los ganaderos navarros han denunciado ya al menos siete ataques de buitres contra sus ganaderías.
El año pasado hubo 40 ataques y este año se temen que sumen más. Los buitres van en grupos de 50 o más. ¿Y si un día atacan a un niño?, ¿Qué dirán entonces los políticos, las Administraciones y toda la parafernalia?.
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