miércoles, 14 de mayo de 2008

LA IMPOTANCIA DE UNA PREPOSICIÓN



Vivimos malos tiempos para la ortografía. Tiempos en que la gente con los SMS se comen letras o inventan palabras, en que los estudiantes se saltan a la torera las reglas ortográficas; algunos son capaces de escribir un folio sin sentir la necesidad de poner una coma. Y de los periodistas, casi mejor no hablar, hay una mayoría que ni siquiera sabe escribir una oración con sentido y tenemos que ir adivinando el texto como si escribieran en otro idioma desconocido.
Viene esto a colación sobre los problemas del PP, porque según el periódico que leas hay casi la misma frase escrita, casi, porque cambia una preposición y esa es la clave de todo. Unos dicen que María San Gil no seguirá si no tiene la confianza DE Rajoy, mientras otros periódicos afirman que no seguirá si no puede tener confianza EN Rajoy. La diferencia no es que sea notable, es abismal, porque en un caso la cosa depende de él y en el otro, de ella. Y si en una cosa tan aparentemente trivial como es una preposición nos crean estos problemas mentales aquellos que deben informarnos ¿cómo podremos creer en los asuntos de más calado?.
¿Realmente estamos bien informados? Aparte ya de las orientaciones ideológicas de cada periódico, que se ven venir, es que cometen errores garrafales de gramática que nos dejan perplejos y sin saber qué han querido decir realmente.

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