EMBAJADORES DE FANTASÍA

EMBAJADORES DE FANTASÍA

Como si no fuera suficiente con el dinero que disipan, por decirlo suavemente, ahora el Gobierno de Rodríguez crea embajadores de fantasía.

Y ustedes se preguntarán que eso cómo se hace. Pues de nuevo estamos con el juego de los trileros, miren atentamente, dónde está la pelotita, ¿aquí o aquí? La rapidez de la mano engaña la vista.

Esto es igual. El pasado 28 de enero el Gobierno designó a un reputado diplomático, Manuel Salazar, embajador en misión especial para la Gobernanza Global. ¿Qué significa eso? El título en sí, nada, se lo acaban de sacar de la manga, pero tras agotar su periodo como embajador en Croacia ( y antes en Jerusalén, Irak, Zimbabue y Francia), aguardará un nuevo destino justificando su estatus en la Administración General del Estado con su nueva carta de presentación. Y no es éste el único caso.

Hay nada menos que 31 más en las mismas circunstancias y con embajadas rimbombantes que nada significan. Lo que se evita con ello es destinarles a un puesto real dentro del Ministerio de Exteriores, porque eso supondría una mayor competencia para los cargos de libre designación de la Ministra. Aquello de Pajín, faltaría más que la Ministra no pudiera...¿se acuerdan? Pues eso, para que pueda hay que dejar sitios libres. 

En el argot diplomático a estos nombramientos se les llama darle una "mochila" al embajador que ha sido relevado de su puesto y regresa a Madrid sin una tarea designada. Al regresar a España habiendo cesado como alto cargo, hay que buscar un medio de que mantengan su posición y sueldo de funcionario de nivel 30. Para eso habría que nombrarlo al menos para un cargo de subdirector general del Ministerio pero en esos cargos los ministros quieren poner a quién ellos quieran, aunque no sean diplomáticos.

Así que se crean misiones especiales de pura fantasía, como coartada, porque algo se supone que tiene que hacer. No tienen un objetivo real ni se destinan recursos a tales misiones. Todo es pura imaginación, ingeniería diplomática.

En el último Consejo de Ministros, Trini entregó otra "mochila", al ex embajador en Costa Rica ( y antes en Paraguay, Dinamarca, Ecuador, Luxemburgo, Canadá y Australia) Arturo Reig, lo designó en misión especial para reconstruir Haití. Él solito, ahí queda eso.

Otro cargo de fantasía lo tiene Felipe González, es el encargado de la conmemoración de los bicentenarios de la independencia de las repúblicas iberoamericanas.

También tenemos a Silvia Escobar encargada de cuestiones referentes a derechos humanos.

María Victoria González Román, dedicada a la Alianza de Civilizaciones.

Y así, también hay los dedicados a "asuntos energéticos", a "asuntos migratorios", "asuntos del Mediterráneo", "asuntos estratégicos", "asuntos trasatlánticos", "organismos internacionales africanos", "cumbre mundial del microcrédito" y lo que la fantasía les vaya dictando en cada momento. Y en los puestos reales que estos diplomáticos de carrera podrían ocupar, ponen al primer Juan Lanas que es de su confianza y hará lo que ellos quieran. Consecuencia, se duplican los sueldos y estos no son bajos, precisamente.