domingo, 20 de febrero de 2011

SANTANA MOTOR


SANTANA MOTOR

Quince años después de aquel ERE de Santana, la empresa de Linares, del que ya hablamos en días pasados y después de gastar además más de 600 millones de euros de dinero público en intentar reflotarla, la Junta de Andalucía llega a la conclusión de que Santana Motor no tiene futuro como empresa de automóviles.

Estas cosas les pasan por una razón muy simple, porque el dinero no es suyo, si fuera suyo ya se hubieran preocupado antes.

Ahora quieren transformar Santana en "Linares-Futuro" que aún no saben muy bien lo que es pero que estará muy lejos de los automóviles. Para empezar, como los 1.200 empleados que quedaban en Santana de lo que entienden es de automóviles, pues viene lo de siempre. 

Y lo de siempre son 792 prejubilaciones para los mayores de 50 años y recolocar a los menores de 50 en otras empresas de la zona con contratos indefinidos y en empresas del metal. Lo cual también querrá decir lo de costumbre, que se forren los sindicatos con los supuestos cursos de formación que haya que darles para reciclarlos, más el dinero que haya que darle a las empresas de turno. Porque si usted tiene una empresa que trabaja el metal, una fundición, pongamos por caso, ¿por qué va usted a admitir trabajadores de más de cuarenta años con contrato indefinido? Pues porque la empresa sea del cuñado o del primo de menganito y a cambio se lleve unos cuantos millones, si no, no es creíble.

Y ahora agárrense al sillón. en vez de lamentar esos 600 millones perdidos, el PSOE y la Junta de Andalucía hacen una declaración conjunta en la que dicen "que se alegran de este fin". Ya me dirán si no es para que se lo hagan mirar, porque muy bien no deben estar. Y eso en Linares (Jaén) que cuenta ya con 7.000 desempleados sobre una población de 62.000 personas, en las que entran también ancianos y niños, claro es.

En los dos últimos años la empresa arrojaba pérdidas de más de 80 millones de euros, con la Junta controlando el 100% del capital. Ni a Chaves ni a Griñán se les ha ocurrido nunca cuando "nacionalizan" empresas que lo primero que se precisa en ellas en un buen gestor, alguien que sea capaz de buscar carga de trabajo y salida de stocks y mira que hay países emergentes donde los vehículos de Santana hubieran podido venderse, pero eso sería hacer las cosas bien y aquí estamos acostumbrados a tirar el dinero público pero nadie parece que les ha enseñado a procurar hacer las cosas de la mejor manera posible, como nuevos ricos que son, creen que todo se arregla con dinero, el de otros, claro, no el suyo, nunca caen en la cuenta que además, hace falta inteligencia.

Así que ellos, Chaves y Griñán, nunca pensaron en retirarse de Santana y dejar paso a quién fuera capaz, de verdad de vender vehículos. Ahora dicen que es que no había pedidos, es que los pedidos no caen del cielo como el maná, los pedidos hay que buscarlos aunque sea debajo de las piedras del desierto y no salir ahora diciendo que es que los modelos no eran competitivos y que el fin de la fabricación del Suzuki Jumny les dio la puntilla.

Suzuki aterrizó en Linares cuando se les terminó la licencia para fabricar los todo terreno de Land Rover, iniciada en 1961. En 1991, Suzuki se convirtió en accionista mayoritario, y en 1993 tenían ya el 83, 75% de las acciones, pero dos años después "dándose cuenta del percal", como se dice en Andalucía, se retiraron por completo de la empresa.

¿Qué cual era el percal? Las huelgas salvajes de los sindicatos y los problemas que creaban que impedían terminar los pedidos a tiempo, porque estos siempre hablan de un cúmulo de derechos sin la más mínima concesión a un deber. Entonces la Junta de Andalucía se hace cargo de la empresa con la idea de encontrar más carga de trabajo y desde entonces no ha cesado de inyectar dinero en la empresa sin buscar pedidos, que es lo principal.

La Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía adquirió en 2007 por 8,1 millones de euros unos terrenos industriales de 46.497 metros cuadrados propiedad de la empresa, pero ese dinero tampoco sirvió de nada y cayó al mismo pozo sin fondo que el resto.

Ahora sueñan con poner allí fábricas de fibra óptica y centros tecnológicos de vanguardia. Naturalmente, en el pueblo ya no se lo cree nadie. A pesar de que Griñán se presentó allí arropado por tres consejeros, el de Empleo, el de Innovación y el de Hacienda, para "vender" la nueva operación. Pero es que después de tantos años y tantos engaños, aunque se presente con una medalla de la Virgen de Fátima, no los cree ya nadie.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Santana la cierra los sindicatos y la mayoria de los trabajadores votando en el referendum del día después.
Mayoría absoluta, porque la mayoria están para prejubilar, al resto que les den.
¡Animo "compañeros" SANTANEROS! ya os queda menos para prejubilaros a los 50, yo seguiré cotizando hasta los 67 por vosotros.